Hace mucho concluí que la educación infantil y la de los primeros años básicos no debería estar en manos del Ministerio de Educación, cada vez más inmerso en las nuevas t.i.c. (tecnologías de la información y de la comunicación), no porque ellas sean malas sino porque, prodigadas en la forma en que lo están haciendo, rápidamente pueden dar al traste con los viejos T.I.C. (el talento, el ingenio y la creatividad, latentes en todos ellos): esa función podría delegarse en Mincultura y recreación.
Es imposible señalar todos los eventos violentos que ocurren en Colombia. La mirada es selectiva. Trato de tomar ciertos elementos que creo son los que tienen la capacidad de narrar lo que nos está ocurriendo. No sólo en blanco y negro, porque esta no es sólo la sociedad del horror, hay otras cosas, movimientos muy saludables, mucha gente trabajando y pensando. En nuestro caso, el horror en la obra muestra la capacidad de pensamiento que tenemos. El arte le hace contrapeso a la barbarie y a una realidad muy compleja.
¿Poética de la barbarie?, pregunta su entrevistador:
Quiere decir que estamos contando la historia de los vencidos. La historia siempre la cuentan los triunfadores y aquí tenemos una perspectiva invertida: no tenemos ni arcos del triunfo, ni columnas de Nelson, ni obeliscos, tenemos ruinas de la guerra y de nuestra historia. Eso nos lleva a trabajar una obra que articule la historia de los derrotados, porque también somos capaces de pensar y de narrar nuestra historia.
Ahora el país está envuelto en el furor de las elecciones. Imposible no referirse a la barbarie, presente también allí, tal vez cada vez con má fuerza, a medida que el país pensante busca alternativas distintas a la U del unanimismo bobalicón. "Es horrible el autoritarismo y el unanimismo, la homogeneidad me parece espantosa", asegura. "En Colombia es muy difícil encontrar una fosa, están los hornos crematorios de Mancuso, los cuerpos mutilados en los ríos, los falsos positivos. Es casi imposible rehacer esa memoria y a los artistas nos corresponde hacer. ... simplemente estamos recordando a nuestros muertos."
Vale la pena leer toda la entrevista: http://www.elespectador.com/impreso/cultura/articuloimpreso-202179-el-arte-el-contrapeso-de-barbarie
Entre tanto, tengamos siempre presente que:
LOS VERDADEROS CAMBIOS NO OCURREN DE LA NOCHE A LA MAÑANA.
¿Qué clase de país queremos en 2014, o mejor, a partir de 2019?
(Porque no parece que podamos ponerlo en orden antes del SEGUNDO BICENTENARIO.)
¿Seguiremos en el de los falsos positivos o cambiaremos al de los ciertos negativos?
Continuará el de las chuza-DAS o iniciaremos el de una VERDADERA INTELIGENCIA?
Los fundamentalismos continúan haciendo estragos. Con sobrada razón un columnista virtual afirma que "en pleno siglo XXI, Dios se convirtió en protagonista de la campaña presidencial colombiana".
La ola verde ha generado muchas olas de barro, quiero decir, de LODO SUCIO.
Hay fanáticos seguidores de Hitler todavía en Europa. Hay quienes defienden aún a los sacerdotes pedófilos. O el holocausto de palestinos. O viceversa, la masacre en masa (perdón por la redundancia) de bombas humanas suicidas, como las que volaron las Torres Gemelas (lo que llevó a la reelección de un imbécil como Bush).
En ese orden de ideas, hay algunos dispuestos a defender, bien las masacres de las FARC, o los horribles crímenes de los PARAS, o lo que es más abominable, el ejercicio de la intimidación a toda clase de oposición, como los que creen (Uribito) que Antanas representa el Comunismo del Siglo XXI, por Dios.
Quienes han seguido mi blog o leido algunos de mis mensajes me identificarán con la izquierda. Eso es bueno o malo, dependiendo del punto de vista.
Algunos se preguntan qué es ser de izquierda en el siglo XXI.
¿Los ecologistas o ambientalistas o defensores de derechos humanos, o más específicamente, de los derechos de los niños, de las mujeres, de los gays o las lesbianas, de los negros o los indios, en fin, de las minorías étnicas, o de los desplazados por la violencia, los defensores del derecho a la educación, a la salud, a la vivienda, al trabajo digno, somos de izquierda?
Si eso está mal, entonces yo debo ser un elemento peligroso, como puede serlo Antanas por su irreverencia, por haber mostrado su tracero o por haber lanzado el agua a la cara de Serpa, o por decir que empieza a tener problemas de Parkinson.
No estoy seguro de votar por Mockus en la primera vuelta; tendría que existir la posibilidad real de derrotar o detener desde ya al ENMASCARADO DE PLATA. Ojalá se verdad tanta ironía!!!
Se cuenta con todos los votos de la decencia y del hastío con la suciedad para la segunda vuelta. Amanecerá y veremos.