Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Procuraré ser breve, para beneficio de mis potenciales lectores. (Se anuncia desde ya libro virtual.)
Con motivo de los 100 años del Gimnasio Moderno, con el apoyo principal mediático de Revista Semana, se realizó la
CUMBRE LÍDERES POR LA EDUCACIÓN durante los días 29 y30 de abril. Los documentos todos se encuentran
aquí. Vale la pena examinarlos. Mis opiniones espero ponerlas al alcance de todos con motivo de la primera década de la fundación de
Buinaima (próximo 21 de julio,
el día después): ¡dos décadas desde cuando fue presentado
en sociedad el informe conjunto de la
Misión de Sabios! Pero en Colombia las cosas no se han sucedido...
pa que se acabe la vaina, sino todo lo contrario. Por esta vez disiento de William Ospina, como lo expresaré en la coletilla.
La publicación virtual Semana Educación (http://www.semana.com/seccion/educacion/64-1) publicó una pequeña nota del autor (primera parte) alrededor de la plasticidad del cerebro y la educación como moldeadora de la
sociedad. Agradezco sus comentarios a quienes tengan oportunidad de leerla.Yo tengo mi propio comentario: hemos moldeado una sociedad perversa... y podemos pervertirla todavía más.
Decíamos en alguna nota anterior que "la educación se puso de moda", pero me temo que pasadas las elecciones ya no será más un tema prioritario. Este país es desmemoriado en grado superlativo. Por eso los hackers y los de las chuzadas pueden andar sueltos.
El tema prioritario ahora es LA PAZ, y los dos candidatos parecería que estuvieran interesados en hacerla. Pero es claro que mientras al uno le conviene mantener los diálogos, para su reelección, al otro no tanto: hay ruido de sables. Hacer la paz no es fácil y por supuesto que no está a la vuelta de la esquina (con las FARC hay que proceder como Santo Tomás), a pesar de que llevamos más de medio siglo en guerra... o en conflicto, como eufemísticamente dirían algunos. Los que disfrutan privilegios, no están dispuestos a perderlos.
Refirámonos a la violencia a secas, para no entrar en conflicto. Aquella se mantiene porque lo poco que se ha cambiado, lo ha sido para que todo siga igual. Solo nos resta creer (¿por qué más bien no intentar) que, como escribiera Gabo en aquel informe, las condiciones están dadas como nunca para el cambio social, y que la educación será su órgano maestro.
Hablando de las elecciones, para la mayor parte de la población no hará mayor diferencia gane quien gane. Pero si se recuerda que hubo exterminio de movimientos políticos en el pasado reciente, para no referirnos a la violencia durante la hegemonía conservadora (cuando desde los púlpitos se incitaba a matar comunistas), que el paramilitarismo ha estado apoyado por organismos del Estado y con sus jefes ha habido todo tipo de concesiones, que tendremos inquisidor (debí decir procurador) para rato, tal vez no sea difícil concluir que aunque nos duela la elección, de todos modos mala, habrá que intentar por todos los medios que los diálogos de paz continúen... que el paramilitarismo, con chuzadas y todo (¡hasta al presidente y a las cortes los chuzaron!), vaya menguando, y que el proceso de paz, aunque avance lento, siga adelante. La reparación nunca puede ser total, de ninguna de las partes. Creí mi deber como ciudadano pronunciarme al respecto.
