Hace 18 años la «Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo», denominada por los medios
Misión de Sabios, presentó el Informe Conjunto de sus recomendaciones al Estado Colombiano, presidido entonces por César Gaviria, en un texto de amplia difusión:
Colombia: al filo de la oportunidad.
Ese fue solo el primer tomo de los informes de comisionados, editados bajo la dirección de Carlos Eduardo Vasco Uribe. Aunque los restantes 7 no fueron ampliamente difundidos, el texto completo del
Informe Conjunto sí lo fue. Se encuentra en el siguiente enlace:
http://www.umng.edu.co/documents/10162/53561/cdq_colombia+al+filo+de+la+oportunidad.pdf
Exactamente una década después, el 21 de julio de 2004, en un intento por rescatar del olvido la que, a nuestro modo de ver, fue la recomendación central de la
Misión de Sabios, se fundó «Buinaima» – Asociación Colombiana pro Enseñanza de la Ciencia, en el prismático escenario de «Maloka», ideal para el renacimiento de
Buinaima, el educador que cuida de la gente. A ella pertenecen, en calidad de miembros honorarios, los 10 ex comisionados. Presididas por la Universidad Nacional de Colombia, en calidad de instituciones honorarias estatutariamente la conforman las universidades de régimen nacional, algunas universidades estatales, las academias de Ciencias y de Pedagogía y asociaciones sin ánimo de lucro con similares propósitos misionales. Respondiendo a la recomendación central de
La Misión, a saber, la
Conformación de un Nuevo Ethos Cultural
en Colombia, se publicó un libro con el mismo título que recoge la visión de largo plazo de la asociación, «Proyecto ETHOS Buinaima», texto disponible en versión electrónica en nuestra página: www.ethosbuinaima.org
Ahora se propone una
Segunda Misión de Sabios (véase el blog anterior), y nosotros preferiríamos denominarla
Misión pro Educación, Ciencia y Desarrollo
¿Por qué la educación primero? Porque sin ella no puede haber ciencia y mucho menos desarrollo. No hablamos de un desarrollo cualquiera, nos referimos al
desarrollo a escala humana. siguiendo si se quiere los pasos de la denominada
Economía Descalza, al menos una economía que se ajuste mejor a las necesidades de desarrollo de
América Mestiza,bella denominación sugerida por William Ospina. Referimos al lector a su reciente discurso pronunciado en la Universidad de Antioquia, disponible en:
http://www.elespectador.com/opinion/columna-359788-tiempos-de-peligro
Brevemente propondremos el rol que quisiéramos asignarle a esa nueva misión, no gubernamental, más bien constituida por personalidades de buena voluntad que se hayan distinguido en los campos científico, tecnológico, educativo,cultural y otros afines, que puedan llegar a acuerdos sobre propuestas para la
Conformación del nuevo ethos cultural en Colombia.
Inicia Ospina la columna de la referencia citando a cierto poeta que afirmaba defender los valores más altos de la especie: los valores del Paleolítico superior. Y es que los grandes inventos no son de ahora:
“las edades de los grandes inventos fueron aquellas en que inventamos el lenguaje, domesticamos el fuego y las semillas, convertimos en compañeros de aventura al caballo y al perro, la vaca y la oveja, inventamos el amor y la amistad, el hogar y la cocción de los alimentos, en que adivinamos o presentimos a los dioses y alzamos nuestros primeros templos, cuando descubrimos el consuelo y la felicidad del arte tallando gruesas venus de piedra, pintando bisontes y toros y nuestras propias manos en las entrañas de las grutas”.
Por eso es equivocado afirmar que estas, las presentes, son las épocas más grandiosas de la historia. Es posible afirmar que la actual es la era de la información, porque hace un siglo descubrimos la física cuántica y hace una década estamos intentando el procesamiento cuántico de la información, aunque a decir verdad todavía lo hacemos sin mayor éxito. Todavía no estamos seguros de haber comprobado la existencia de los bosones de Higgs, esas partículas exóticas que equivocadamente algunos denominaron divinas y que llenarían todo el espacio que suponíamos vacío hasta el confín del universo, el campo de Higgs. Pero discutir estos asuntos, por importantes que parezcan, nos desvían del propósito de la propuesta que tenemos para hoy, cuando estamos celebrando el 8º aniversario de «Buinaima». Así que vamos al grano.
Mientras se conforma esa
Segunda Misión de Sabios, con lo cual estaríamos plenamente de acuerdo, tendremos que discutir entre todos cuáles son los pilares básicos para la conformación de ese
Nuevo Ethos Cultural que, como propuso la primera, en palabras del comisionado Rodolfo Llinás,
supere la pobreza, violencia, injusticia, intolerancia y discriminación
que mantienen a Colombia atrasada socio-económica, política y
culturalmente,
a lo cual hay que agregar el combate frontal a la corrupción, propiciada desde las altas esferas, a la inequidad, particularmente en el acceso a la educación de calidad y a la salud, que se garantice la restitución de tierras, se haga efectiva la ley de víctimas y se atiendan las regiones tradicionalmente olvidadas de nuestra geografía. Los problemas a resolver son muy grandes y la clase dirigente no parece interesada en resolverlos. Es posible la conformación de un amplio movimiento cívico que, con inteligencia, sepa conducirnos, no ya a una sociedad del conocimiento, es más ambicioso hablar de la
Sociedad del Aprendizaje, el aprendizaje de la sabiduría, consistente esta en
el uso apropiado del conocimiento en los asuntos humanos, como la definiera Sidney Hook.