martes, 6 de septiembre de 2011

Abono para los parques de la creatividad

Raúl Cuero estuvo en Colombia y nos dejó valiosas enseñanzas. La de más fácil acceso se encuentra en la entrevista que le hicieran en EL ESPECTADOR:
Nunca planeo un invento
(http://www.elespectador.com/impreso/unchatcon/articulo-297193-raul-cuero-nunca-planeo-un-invento) Hace poco menos de 4 años fue galardonado por la NASA como resultado de una investigación en la que con un material sintético similar en 80 por ciento al suelo de Marte demostró sus propiedades purificadoras frente a agentes radiactivos. "Soy de los primeros en demostrar que el suelo de Marte tiene una gran importancia en la tierra para eliminar sustancias químico tóxicas y material radionuclear", declaró entonces. En efecto, sus resultados pueden aprovecharse en el planeta Tierra pueden ayudarnos a sobrevivir en condiciones adversas, como las que nosotros mismos estamos creando. Su mayor orgullo es el
Parque de la Creatividad
, lugares que apoya en diversos continentes para que jóvenes de escasos recursos puedan desarrollar y aprovechar su creatividad. Pensando en ellos, en la posibilidad de incrementarlos por doquier en Colombia, nos alegra la posibilidad que tenemos de convertir nuestro Programa de Inclusión y Talento en el Aula, PITA, en lugares de cultivo, en donde se abona con estrategias ludo-pedagógicas el cerebro de niños y niñas para que desarrollen sus TIC, el Talento, el Ingenio y la Creatividad.

jueves, 21 de julio de 2011

¿Otra vez Colombia al filo de la oportunidad?

El papel fundamental de las universidades en el desarrollo económico y social del país no lo puede definir la empresa privada.

Este principio es el eje central de las propuestas presentadas por la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún) y el Sistema Universitario Estatal (SUE) a la ministra de Educación, María Fernanda Campo, el pasado 23 de junio, como respuesta al proyecto de reforma a la Ley 30 de 1992 del Gobierno nacional.
Contra viento y marea, el ministerio insiste en que la Educación Superior tendrá su "ánimo de lucro".
Desde diversas organizaciones profesorales se han manifestado muchas voces en contra de tan absurdas pretensiones.
Si los parlamentarios tuvieran en mente un ingreso seguro de Colombia al siglo XXI, es decir, a las verdaderas sociedades del conocimiento, esta sería una nueva oportunidad.
Para mayores detalles, mírese lo que ha pasado en Chile.
También remitimos al lector a la reciente publicación de APUN (Asciación de Profesores de la Universidad Nacional), disponible en:
http://www.apun.org/documentos/APUNtes%20No.30.pdf

miércoles, 20 de julio de 2011

La educación que queremos para la generación de los bicentenarios

Como anillo al dedo me llegó una supuesta entrevista que "O Globo" de Sao Paulo hiciera al capo Marcos Willians Herbas Camacho, conocido en el hampa brasileña como “Marcola”, líder del "Primeiro Comando da Capital" (PCC, organización criminal brasileña).
Quienes deseen indagar un poco más sobre la supuesta entrevista y su origen o leerla completa, pueden visitar:
http://hunna.org/el-erudito-discurso-del-mal-la-falsa-entrevista-a-marcola/
Quien lea entre líneas el texto o los comentarios alrededor del mismo en este enlace o similares enlaces, podrá concluir lo que yo:
El problema de fondo en esta Sociedad del Conocimiento es una educación, no ya de calidad, sino de excelencia, donde este último calificativo también lleve a otra característica relacionada, la ética, por ende la no exclusión. O si lo prefieren, E (a la tres menos 1)(discúlpenme: quienes me conocen saben que soy físico teórico, es decir, gusto de expresiones matemáticas):
EDUCACIÓN EXCELENTE Y ÉTICA SIN EXCLUSIÓN, ES DECIR, PARA TODOS Y PARA TODAS.

En el enlace se afirma que un cineasta y periodista brasileño, Arnaldo Jabor, aprovechando una leyenda, según la cual Marcola lleva leídos 3.000 libros, lo hizo elaborar un discurso erudito.
He extraido lo esencial de las imaginarias declaraciones:
“Ustedes nunca se ocuparon de la pobreza cuando era fácil resolverla”.
“Nosotros éramos noticia, solamente, cuando había derrumbes en los morros”.
“Ahora nosotros somos ricos gracias a la droga, y ustedes están muertos de miedo”.
“Con 40 millones de dólares, en la cárcel se manda. Con ese dinero, la prisión es un hotel. ¿Qué policía va a destruir esta mina de oro?”.
“Ustedes no pueden venir a matarme en la cárcel. En cambio, yo puedo mandar a matarlos allí afuera”.
“En las favelas hay cien mil hombres-bombas”.
“Ya no existen los proletarios explotados. Ahora hay una masa cultivada en el barro, que se ha educado en el más absoluto analfabetismo y está diplomándose en las cárceles”. (El resaltado es mío.)
“Es la post-miseria, que genera una cultura asesina, asistida por la nueva tecnología: satélites, celulares, Internet, armas modernas”.
“Es ahora cuando ustedes empiezan a tener conciencia social. Pero ya es tarde”.
“¿No vieron el tamaño de las 560 favelas de Río? ¿No sobrevolaron nunca en helicóptero la periferia de San Pablo?”.
“No tienen solución. Necesitarían muchos miles de millones de dólares, y ni eso alcanzaría, sin un profundo cambio psico-social en la estructura del país. Es imposible”.

Mañana, 21 de julio, el día después, con motivo del séptimo aniversario de Buinaima, décimoséptimo del Informe Conjunto de los 10 Sabios, Colombia al filo de la oportunidad, publicaré un análisis apenas obvio del texto.
Entonces podremos sacar conclusiones: ¿cuál es la educación que queremos para ésta, la generación de los bicentenarios?

jueves, 9 de junio de 2011

LA UNIVERSIDAD (Occidental) HA MUERTO. ¡VIVA LA UNIVERSIDAD (del Sur)!

Sin pretender que somos LA RAZA CÓSMICA,como diría José Vasconcelos, prestigioso rector de la UNAM a comienzos del siglo pasado, tenemos razones poderosas para argumentar que representamos la más rica combinación de diversidades biológicas, étnicas y culturales. Si la diversidad es la riqueza de la evolución biológica, con mayor razón lo mismo puede aplicarse a la evolución cultural.
En reciente artículo, publicado en la separata del periódico DESDE ABAJO No. 169, Guillermo Hoyos Vásquez nos recordaba que la universidad, la universidad de la Civilización Occidental, nació en Bolonia hace 10 siglos y allí mismo se decretó su sepultura hace una década. Es cierto. La universidad tradicional, esa que preservó por siglos y enriqueció durante un milenio la Cultura Occidental tiende a desaparecer. Pero no todo lo cultural es cultura procedente de occidente. También está el poniente y está el sur. El norte no es necesario mencionarlo porque ha sido el factor dominante en la civilización del presente. El poniente tuvo su auge; y de alguna manera una buena proporción, si no la mayor parte, se unió al norte. De tal suerte que no es descabellado pensar que el momento histórico brinde la oportunidad al sur, si lo sabemos aprovechar a nuestro favor.
Desde el Sur (todo el Sur, al sur del Río Bravo, al sur de Europa y en las regiones atrasadas del antiguo Lejano Oriente, lejano para nosotros) debemos rescatar
LA EDUCACIÓN COMO DERECHO
y el resto del mundo debe entender que nos empeñamos en construir
LAS SOCIEDADES DEL APRENDIZAJE,
porque las Sociedades del Conocimiento se han alejado cada vez más de nuestras posibilidades.
¿Qué tanto conocen las nuevas generaciones sobre el Movimiento de Córdoba? A lo mejor la mayoría no sabe que se trata de un lugar y se hace referencia a un movimiento surgido en Argentina hace ya un siglo, el cual se extendió a todo el subcontinente. (Estados Unidos y Canadá se autoexcluyeron.)
“Si quieren imitar a Europa, imítenla en su originalidad”, repetía a sus contemporáneos, Simón Rodríguez, el genial profesor del Libertador Simón Bolívar. Debemos, pues, ser originales.
Señora ministra, señor viceministro: la universidad que queremos para la Generación de los Bicentenarios (así ha denominado, ignoro si hipócritamente, la unión virtual de países iberoamericanos a nuestra juventud) no es la que nos impongan las naciones que subyugaron a las nuestrasa desde el "descubrimiento" de América. Si los europeos decretaron la muerte para su universidad, proclamemos el nacimiento de la universidad panamericana, sin la intervención descarada de los hermanos del norte, pero sin excluir a nadie, tampoco a los europeos o a los países avanzados de occidente, siempre y cuando respeten nuestra autonomía y el derecho que tenemos a imaginar que
otro mundo es posible.

Construyámoslo despacio, pues queremos que quede bien hecho.

domingo, 15 de mayo de 2011

LA REFORMA A LA LEY 30 NO ES UNA REFORMA

¡Qué regalo para los educadores en su día!
¡LA PROPUESTA EDUCACIÓN COMO MERCANCÍA NO PASARÁ!

Sobre la fallida reforma podrían escribirse cientos de páginas o una sola frase. De hecho, han corrido ríos de tinta. Los académicos esperamos que siga siendo así, aunque a la postre la decisión ya esté tomada. Si prefieren la salida fácil, déjenme decirles que la educación como mercancía es el nuevo concepto que los neo-neoliberales (“más papistas que el Papa”) están vendiendo en el marketing de la competitividad.
El Gran Maestro Guillermo Hoyos Vásquez subraya en su artículo “La educación es un derecho y no una mercancía” que fue en Bolonia donde surgió la universidad hace 10 siglos y donde ha comenzado a morir hace 10 años: su mercantilización está a la orden del día. Pero nuestros gerentes de la educación fueron mucho más lejos: están superando a todos sus maestros.
El mundo desarrollado de hoy lo es porque se ha incorporado a la Sociedad del Conocimiento; vive en la Era de la Información. Países como Brasil, China, Finlandia, Singapur, para tomar en orden alfabético 4 ejemplos con diversos esquemas económicos, entre los citados por Andrés Oppenheimer (Basta de Historias, 2010), tomaron la decisión política de ponerse a la vanguardia en educación y lograron dar el salto al desarrollo. Es posible que aun en ese mundo, del cual nos separa una brecha cada día más honda, se haya echado al olvido la profunda diferencia que existe entre conocimiento y sabiduría, entendida esta última como “el uso apropiado del conocimiento en los asuntos humanos”, como lo sugiriera Sidney Hook, o mejor aún, “la concepción justa de los fines de la vida”, en la cosmovisión de Bertrand Russell, o al menos lo que en la Grecia Antigua se entendiera como tal y diera lugar a la filosofía clásica occidental, superflua para los nuevos gerentes de la educación. Extrañamente en algunos modelos de desarrollo se valoran poco las artes y las humanidades, al menos en lo que atañe a la educación para las masas. Ello no impide a sus gobiernos satisfacer, de alguna manera, el principio de progreso resumido en "mejorar la calidad de vida", aunque el concepto sea uno de los más subjetivos y los logros que se obtengan lo sean en gran medida a expensas de los no desarrollados. Ninguno de los 4 ejemplos citados era prototipo de desarrollo hace unas pocas décadas, de tal suerte que sí se puede sin hipotecar a las futuras generaciones.
Me atrevo a asegurar que quienes propusieron calificar a ésta como la Era de la Información no tenían muy claro el significado físico del término, así que recurrieron de nuevo a un concepto difuso, más que el de calidad de vida, inspirados en la tecnología digital y la información virtual. En principio las nuevas t.i.c. (tecnologías de la información y de la comunicación) permitirían una popularización mayor del conocimiento, lo cual no es del todo cierto. Para la Universidad Global, empero, se abrieron enormes posibilidades. ¿Cambia por ello el concepto clásico de universidad? No totalmente, queridos ministra y viceministro. La universidad latinoamericana está en plena juventud y remozará el concepto, para bien de la humanidad.
Mi interés al escribir esta nota estriba en la importancia que debe darse a la educación pública de calidad, importancia que la UNESCO ha tratado de resaltar en distintos documentos. La educación encierra un tesoro puede servir de ejemplo. (Jacques Dellors, UNESCO, 1996.) Sin que sea, desde mi punto de vista, el modelo más apropiado, Metas educativas 2021: la educación que queremos para la generación de los bicentenarios (OEI, 2010), documento firmado por el Estado Colombiano y los estados iberoamericanos en su versión definitiva aprobada en septiembre del año pasado, durante el Congreso Iberoamericano de Educación, cumple también una importante función en ese sentido. Solo podrá lograrse una educación superior de calidad si la básica lo es. Dedicaré unos pocos párrafos a subrayarlo. No puede pasar inadvertido el texto que leyera William OSPINA en la Ceremonia de Apertura de la conferencia, titulado «Preguntas para una nueva educación» (Una nueva educación para una nueva sociedad, disponible en nuestra página:
http://www.ethosbuinaima.org/userfiles/Una%20nueva%20educaci%C3%B3n%20para%20una%20nueva%20sociedad.pdf). En el discurso de apertura, el Secretario General de la OEI decía:
“Hemos de ser innovadores y mirar hacia el futuro. Hemos de apostar en nuestro esfuerzo colectivo por abrir nuevos caminos en la educación. Sin duda, el logro de las competencias matemáticas, lingüísticas y científicas ha de estar en el centro del quehacer educativo. Pero no podemos olvidar el papel de las artes, de la música, de la cultura, del deporte, de la lectura, de las nuevas tecnologías para la construcción de una ciudadanía multicultural en la que tan importante es aprender a conocer como aprender a convivir, aprender a sentir y a conmoverse, aprender a ser solidario, justo, leal y honesto”.
En la XVIII Conferencia Iberoamericana de Educación celebrada en El Salvador en mayo de 2008 se produjo la primera versión del documento promovido por la OEI a que nos hemos referido. La declaración de El Salvador, signada por todos los países, aprobó el siguiente acuerdo:
Fortalecer las políticas educativas y culturales, tendientes a asegurar el derecho a la educación de calidad desde la primera infancia, la cobertura universal y gratuita de la primaria y secundaria y a mejorar las condiciones de vida y las oportunidades reales de las y los jóvenes, que permitan su crecimiento integral para lograr mayores niveles de inclusión y desarrollo social en nuestros países y avanzar en la consolidación del Espacio Iberoamericano del Conocimiento, en el marco de las Metas Educativas 2021.
La Ministra de Educación decía recién posesionada: "La mala calidad de la educación es causa de más desigualdad y más pobreza. Para mejorarla es importante hacer una gran cruzada nacional y convertir el mejoramiento de la calidad educativa en un propósito nacional. La educación y el conocimiento son las principales locomotoras que tiene un país para salir adelante, para superar la pobreza, para superar las grandes brechas de inequidad, para poder formar unos seres humanos que puedan ser competentes y competitivos". A renglón seguida señalaba 5 énfasis sobre los cuales trabajaría el Gobierno: educación de calidad para todos los colombianos; desarrollar e implementar la política educativa para la atención integral de la Primera Infancia; cerrar las brechas de la inequidad en cobertura y calidad; educar con pertinencia para la innovación y la productividad; y mejorar la eficiencia del modelo de gestión educativa. Difícilmente se puede estar en desacuerdo... salvo en lo que parece entender la Ministra por pertinencia y eficiencia del modelo. A mi modo de ver, las propuestas desde su ministerio van en contravía de los énfasis, al menos de los primeros.
Sirva esta introducción para subrayar que “a la Universidad, como Universidad del Estado, corresponde, además de educar y pensar, encontrar salidas a los problemas de la sociedad; su tarea es fundamental para la definición y para el cumplimiento del proyecto social”. (Guillermo Páramo, ex rector de la Universidad Nacional.) Esa Universidad, pues, ha de tener una clara conciencia colectiva social. A ese carácter misional se agrega otro que los entes gubernamentales no deberían tener dificultad en reconocer y aceptar: el carácter racional de su estrategia. Eso es lo que da validez a su autonomía. Es lo que deslinda, de paso, los intereses económicos directos de su campo de acción. El interés de esa universidad sí es el desarrollo, pero en el largo plazo: es la sostenibilidad o sustentabilidad si lo prefieren.
Ley 100 para la Educación

En columnas anteriores nos hemos referido al símil entre las dos: la vigente ley 100 para salud y la propuesta en ciernes para la educación. Por brevedad, remitimos al lector a ellas y al certero análisis hecho por Eduardo Sarmiento en El Espectador y por Mario Hernández en Izquierda más recientemente. Pero vale la pena imaginar lo que va a ocurrir, a partir de esta noticia: Se lee en la prensa que en 6 años Saludcoop multiplicó por 47 su patrimonio. La educación no figura como negocio (tampoco la salud), pero la nueva ley la convierte en mercancía, como ya ocurrió con la salud. Todos sabemos que la educación privada es un negocio. Con contadas excepciones, la universidad privada lo es más. Pero no se puede declarar que así sea por Ley de la República.
(Continuará.)

domingo, 17 de abril de 2011

Del PROCESO ENSEÑANZA–APRENDIZAJE al Procesamiento (cuántico) de Información

El título escogido para hoy, (Domingo de Ramos, le llaman en Occidente, con perdón de la Palma de Cera y del Loro Orejiamarillo) pone el dedo en la llaga sobre dos estrategias globales de suma importancia que no han sido cabalmente entendidas por nuestras sabias clases dirigentes (política y empresarial):
i) Construir sociedades del conocimiento.
ii) Ingresar a la era de la información.

Hay dos sectores que serán afectados fuertemente por la falta de claridad de nuestros dirigentes: el sector académico y la sociedad civil. Para que nos entendamos, por hoy denominaré sector académico a todo el sector educativo, educandos y educados, incluidas por supuesto academias, escuelas, institutos, universidades, todo lo que tenga que ver con la academia. Por razones prácticas tomaré la definición de Enrique Brito Velásquez de sociedad civil: el conjunto de ciudadanos organizados como tales para actuar en el campo de lo público en busca del bien común, sin ánimo de lucro personal ni búsqueda del poder político o la adhesión a un partido determinado. Pero todavía más afectadas se verán las grandes masas de la población que seguramente no están informadas sobre uno y otro asunto.

Yo me pregunto si los dos primeros, sigámoslos llamando dirigentes, tendrán conciencia sobre la envergadura del problema. Al margen de estas incertidumbres, quiero sentar la premisa de que cada vez la educación debe preocuparse más por el aprendizaje que por la enseñanza. Prometo profundizar en este asunto en otra ocasión. Quedémonos entonces con el procesamiento (cuántico) de la información.

sábado, 9 de abril de 2011

EDUCACIÓN DE CALIDAD PARA TODOS Y TODAS es meta difícil de lograr... pero es LA SOLUCIÓN

Como era previsible, mucha tinta ha corrido alrededor de la propuesta REFORMA A LA LEY 30 DE EDUCACIÓN SUPERIOR. También en imágenes hay un amplio dossier. Un enfoque bastante objetivo y desapasionado puede verse en la intervención de 15 minutos del rector de mi Alma Máter, fácilmente asequible en:
http://www.youtube.com/watch?v=31Cn2kWo2Q0&NR=1
Se recomienda escuchar esta variada gama de comentarios:
www.youtube.com/watch?v=dzZPl9-jn6E&feature=player_embedded

Para no repetir los argumentos con los cuales la mayor parte de críticos está de acuerdo, voy a intentar en los siguientes párrafos hacer una síntesis de lo que opino sobre un tema más amplio: lo que debe ser una educación integral incluyente. Empezaré con esta cita, tomada de una columna de opinión publicada hoy 9 de abril (Marcos Silva, http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/la-reforma-de-la-educacion-superior_9141982-4):
Alcanzar la meta de calidad altísima en la educación superior obliga a reestructurar y redefinir todo el sistema, desde el kínder hasta la universidad.

Supongamos que el ex ministro de educación Galán, sacrificado, o más específicamente, llevado al matadero hace casi 22 años, hubiera sido el heredero de las banderas de Gaitán,asesinado un día como hoy, hace 63. Si Galán viviera, educación de calidad para todos podría ser una de ellas. Ese ha sido uno de los derechos fundamentales proclamados desde la Revolución Francesa. Europa y más recientemente los tigres asiáticos, a su modo, han hecho bien la tarea. La Tercera Vía, esquema del que supuestamente nuestro Jefe de Estado es adalid, olvidó tan elemental reivindicación en países del Tercer Mundo. En Colombia, en términos generales, la situación es todavía más grave: a los altos índices de inequidad, se suman la brecha que la educación de calidad para unos pocos privilegiados establece e índices de atraso representados en 5 locomotoras obsoletas (sin rieles, agregaría Francisco Cajiao), para no hacer mayor referencia a los índices de corrupción, violencia, injusticia y otras plagas (alededor de 10) que generan miseria por doquier. Me centraré en el problema que prometí abordar.

En contravía de la imperiosa necesidad de ingresar a la Sociedad del Conocimiento (1), para poder medianamente competir con los países desarrollados que por supuesto ya lo hicieron, la propuesta de someter la educación superior a la oferta y la demanda del mercado en un país como Colombia tendrá como resultado principal el deterioro de la calidad en las pocas universidades estatales que la han logrado bajo algunos estándares, a pesar de la asfixia presupuestal.
"La Educación Superior será accesible a quienes demuestren poseer las capacidades requeridas y cumplan con las condiciones académicas exigidas en cada caso". Así reza hipócritamente el artículo cuarto de la propuesta reforma. Pero claramente lo ha dicho la Ministra de Educación: como no hay dinero para atender esa obligación, hay que decirle a la empresa privada que lo aporte y, de paso, se quede exclusivamente con los rendimientos. Hubieran podido agregar que en pocos años la universidad de calidad será accesible solo a quienes tengan con qué pagarla o encuentren la forma de hipotecarse de por vida. Para comparar con los deplorables resultados en Salud, en abierta violación de otro derecho fundamental, hemos denominado a la propuesta: Ley 100 para la Educación Superior.(2)

Es cierto: si la ley se aprueba tal como está, no se está privatizando la educación superior; simplemente se limitará aún más el acceso a la excelencia académica a las grandes masas de la población. Así ha ocurrido con la educación pública básica. Quien quiera una educación básica de calidad, tendrá que pagarla. En gran parte del Territorio Nacional ni siquiera se ha garantizado cobertura, pues la deserción es muy grande; todavía mayor lo es en la educación superior y la espiral se repetirá una y otra vez.

Voy a hacer un planteamiento que seguramente algunos encontrarán radical: hablando en términos generales (salvo unos pocos visionarios), nuestras clases política y empresarial no han sido educadas para que entiendan lo que puede significar el ingreso a la Sociedad del Conocimiento; mucho menos lo que podría significar la universidad de la(s) globalización(es) con las especificidades requeridas en un país como Colombia.

El debate en que estamos enfrascados es sano y, si se aprovecha adecuadamente, puede llevar a una toma de conciencia de 3 sectores,a saber, Estatal, Empresarial y Sociedad Civil, que, mancomunadamente con el Sector Académico, encuentren una salida apropiada al impasse en que nos ha metido el MEN, por carencia de un estudio serio del problema.

De cara a la Era de la Información y a las sociedades del conocimiento, la mayor inversión es la educación, pero no una educación cualquiera, pues ello llevaría a dilapidación de recursos. Fui parco en el título:
EQUIDAD EN UNA EDUCACIÓN DE EXCELENCIA
es la propuesta del Educador Buinaima. A ella se une no solamente el clamor de un pueblo que reclama ese derecho ahora fundamental sino el estudio concienzudo y minucioso de investigadores en todos los campos. Por citar dos, en las nuevas ciencias cognitivas y en las ciencias económicas no ortodoxas (léase no anquilosadas), en principio, bajo condiciones pedagógicas y contextuales adecuadas, todos los niños, las niñas, adolescentes y jóvenes pueden desarrollar su(s) talento(s), una afirmación que Buinaima y quienes han experimentado con escolares en sectores sociales tradicionalmente marginados corroboran a diario, de paso contribuir al desarrollo a escala humana.
Esta noticia es excelente, porque en la nueva era y la nueva sociedad la educación no es un problema, como lo han tratado de ver un estado miope y unas clases política y empresarial mal informadas: la educación de excelencia será la solución, no mágica sino real.

Si se brindara de verdad una educación básica de excelencia, de todos los sectores sociales y de todas las regiones llegarían a esa universidad de excelencia que necesitamos para salir del subdesarrollo jóvenes talentosos, ingeniosos y creativos (con los viejos TIC, como solemos abreviar en Buinaima), que con su capacidad de emprendimiento y su compromiso social dieran un vuelco al deplorable ethos cultural del presente. Lo que dicen que ganaron los Nule seguramente no lo van a invertir en educación superior. Habría podido serlo, bajo otras condiciones. Moralejas: plata sí hay pero donde no debe estar; hay que invertir en la gran Empresa de la Educación, mas no con el sentido de lucro inmediato. La inversión promete resolver el problema de las 10 plagas, revertir los indicadores negativos arriba mencionados y dar paso, no ya a las locomotoras, sino a naves espaciales que nos conduzcan a otro mundo posible, o por lo menos trenes expresos que nos permitan avanzar a la velocidad que requerimos para dejar el atraso y competir en la convivencia dentro de las diferencias. Me dirán que estoy escribiendo con el corazón... pero no, lo he hecho con la cabeza bien puesta, examinando lo que ha ocurrido en otros vecindarios (Brasil, por ejemplo, experiencia muy distinta a la que cree la ministra; o mejor, los países nórdicos, donde tuve oportunidad de obtener mi doctorado y conocer otro mundo posible). El nuestro puede ser mejor, como lo concibieron García Márquez y los otros 9 ex comisionados de la famosa Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo, olvidada en los estrados oficiales mas no en la Nueva Escuela que propugna un Nuevo Ethos Cultural "que supere la pobreza, violencia, injusticia, intolerancia y discriminación que mantienen a Colombia atrasada socio-económica, política y culturalmente". (Comisionado Rodolfo Llinás, 1994.)

(1) Desde Buinaima siempre hemos sostenido que debería hablarse más bien de una Sociedad del Aprendizaje. Por la misma razón, nuestro lema es el de la hoy cuasi-olvidada Misión CED: Conformar en Colombia un Nuevo Ethos Cultural.

(2) En un blog anterior llamábamos la atención a dos columnas de Eduardo Sarmiento en ese sentido, publicadas con un año de diferencia. Curiosamente hoy encontré otra columna de hace un año en donde se enfatizaba la misma situación:
http://reforma.udenar.edu.co/?p=263
¿Finalmente Uribe se salió con la suya?.