lunes, 21 de julio de 2014

La Ruta de la Educación, para «conformar un nuevo ethos»

Hoy se cumplen justo dos décadas desde cuando la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo presentó al entonces presidente César Gaviria el Informe Conjunto de Comisionados «Colombia al Filo de la Oportunidad». En su Proclama «POR UN PAÍS AL ALCANCE DE LOS NIÑOS», nuestro inmortal Nobel acuñó una de las frases que lo han hecho famoso en el campo de la pedagogía: "Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar (y de actuar) y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma. Que aproveche al máximo nuestra creatividad inagotable y conciba una ética y tal vez una estética– para nuestro afán desaforado y legítimo de superación personal. ... Que canalice hacia la vida la inmensa energía creadora que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la violencia..."
Exactamente una década después, el 21 de julio de 2004, se fundó Buinaima, y se propuso como proyecto a largo plazo «conformar en Colombia un nuevo ethos cultural» que genere nuevas formas de pensar y de actuar. A eso apunta nuestro Programa de Desarrollo del Talento.
Como lo señalábamos entonces, hoy estamos más que nunca convencidos de que la ruta es la de la educación, pero no cualquier educación, sino una
EDUCACIÓN DE EXCELENCIA EN LA EQUIDAD, E3
que le brinde a todos los niños y todas las niñas "la segunda oportunidad sobre la tierra que no tuvo la estirpe desgraciada del coronel Aureliano Buendía".

En un reciente editorial de EL ESPECTADOR (LA RUTA), se decía que hace 20 años, cuando Gabo escribió aquel párrafo, a pesar de que LA MISIÓN lo afirmara, las condiciones no estaban dadas. No lo creo, pero es evidente que esa oportunidad se perdió. Lo que no podemos hacer es desperdiciar esta nueva oportunidad, la que nos brindará una paz, sin impunidad también para el establecimiento. Por encima de algunos sectores guerreristas de derecha y de izquierda, sectores del Centro Democrático o de las Fuerzas Armadas, del ELN o de las FARC (los extremos se tocan), deben primar los intereses de una inmensa mayoría que sabe que sin ella, LA PAZ, los intentos de desarrollo se quedan como máximo en la economía, que puede ir bien mientras el país va mal, así de perversa es aquella, mientras el desarrollo no sea humano, integral, equitativo y sostenible, como lo expresara otro de los comisionados, el matemático-educador Carlos Eduardo Vasco Uribe.
En la misma columna, a raíz de Las 136 ideas para reformar la educación superior , se habla de "todos esos bachilleres que se gradúan de los colegios colombianos, muchos de ellos sin saber leer o escribir, resolver un problema deductivo complejo, o pasar, siquiera, una prueba que les dé ingreso a las universidades." Y es que no basta con pensar la educación superior, ni siquiera la básica, primaria y secundaria; hay que pensar la media, en donde El puente está quebrado, como se señala en un acertado ensayo, y la inicial, donde el cerebro empieza a hacer las conexiones más importantes, como lo han demostrado a la saciedad las Neurociencias, esas que tendremos que integrar a la pedagogía y a la educación.
La mejor conmemoración (no puede hablarse de celebración, porque la tarea sigue pendiente) es propiciar desde todos los frentes, incluidos todos los que tendrán que desmovilizarse, desde las organizaciones civiles y los organismos del Estado, las Organizaciones que aprenden, públicas y privadas (también contempladas en LA MISIÓN y que se niegan a aprender) y las Facultades de Educación (la mayoría de las cuales se quedaron ancladas a un pasado que ya no es),  una educación de excelencia para todos y todas y desde la más tierna infancia.