sábado, 28 de octubre de 2017

«LABORATORIO DE SUMA PAZ», PARA SUMARLE A LA PAZ CON DESARROLLO

La paz en Colombia no se logra con un acuerdo; tampoco debemos resignarnos a aceptar que los intentos de las fuerzas opositoras por «hacer trizas» el acuerdo sean un punto final a esos esfuerzos, como no lo fue la perversa manipulación del plebiscito. Creo en la buena disposición de la FARC (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) para cumplir lo acordado. Creo menos en la buena voluntad de los aparatos del Estado para el mismo fin.  Estoy de acuerdo con quienes denuncian al paramilitarismo como la mayor amenaza para la paz de Colombia. 
Estimula que fuerzas externas quieran acompañarnos en el camino de la reconciliación, el desarrollo y la paz. «Produce angustia comparar el lenguaje constructivo utilizado por la FARC y el ELN en su comunicado del 23 de octubre con el incendiario utilizado en los medios por políticos tradicionales». (Patricia Lara Salive, Comunicado ELN-FARC.) La reciente visita papal fue un espaldarazo a ese difícil proceso de transición de doscientos años de guerras intestinas al desarrollo en paz y armonía, armonía también con el planeta. 
Vienen como anillo al dedo las palabras de Cervantes citadas por nuestro primer Nobel, cuando envió a la ceremonia inaugural del Simposio Internacional: Hacia un nuevo contrato social en ciencia y tecnología para un desarrollo equitativo: "Todas las borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas...". (La Patria amada aunque distante.)
Complementa muy bien esa frase el párrafo final del comunicado referido atrás: «Por el bien de Colombia, afirmamos desde la Ciudad Alfaro, Montecristi, Ecuador, que ninguna dificultad –por grande que sea–, nos hará desfallecer en la conquista de la paz, construida sobre los cimientos de la equidad social, la soberanía, la verdad y la democracia, tal como lo recordó en su reciente visita el Papa cuando dijo al país: “La inequidad es la raíz de los males sociales”».
Sírvannos las palabras desarrollo, integralidad, equidad y sustentabilidad mejor que sostenibilidad, para formar un acrónimo que nos recuerde, salvo la ortografía, la óptima calificación de una tarea: DIES. Si aspiramos a un desarrollo que se de a escala humana (no confundir con el PIB, producto interno bruto), Desarrollo Integral, Equitativo y Sustentable (DIES), ese desarrollo  tiene que estar cimentado a su vez en una educación de excelencia, excelencia que presupone la ética, ética ausente en la corrupción campante, que impulse a su vez un desarrollo científico y tecnológico que sea amable con el planeta y que brinde a todos las mismas oportunidades
El FORO PERMANENTE DE CIENCIA Y EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO Y LA PAZ y las propuestas que elaboraron las comisiones académica y gestora de un Plan Nacional Decenal de  Educación (PNDE), de las que formaron parte varios integrantes del Foro, son un insumo valioso que el Gobierno, el Ejecutivo y el Legislativo (amén del Judicial) deberían tener en cuenta para ese DIES.
El Gobierno de Finlandia acaba de inaugurar su embajada en Colombia. Ellos quieren sumar sus esfuerzos a los nuestros en la construcción de la paz. Por mencionar solo algunos ejemplos, los países nórdicos, sumados a Canadá, organismos internacionales como la ONU y la OEA, el foro que acabamos de mencionar, al que pertenecen explícita o implícitamente academias y universidades prestigiosas y muchas otras instituciones y organizaciones, incluidas ONGs, personalidades de nuestra Alma Máter que han estado íntegramente comprometidas con el proceso de paz, acciones muchas de ellas lideradas por nuestra Universidad Nacional, Patrimonio de la Nación, todos ellos y todos sus esfuerzos le suman a la paz.
Por eso tiene sentido proponer un prototipo. Buinaima ha concebido el «LABORATORIO DE SUMA PAZ» para sumarle a la paz. Empieza en la Localidad del Sumapaz, una zona rural del Distrito Capital, en la que hace un año inició labores el PEAMA DEL SUMAPAZ (PEAMA: Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica). Se quiere extender, con el esfuerzo de todos, a toda la Región del Sumapaz, escenario de violencia por cerca o más de un siglo, y de ahí a toda Colombia.
Hacemos un llamado, en primer lugar a quienes pueden llamarse "Comunidad de la Nacho" en su Sesquicentenario: profesores, egresados, estudiantes, administrativos. La UN puede liderar consciente o inconscientemente un "Proceso de Suma Paz" en el Sumapaz, así como de alguna manera contribuyó involuntariamente a alimentar la utopía guerrillera. (Al tema nos referiremos en el conversatorio del 9 de noviembre en el auditorio de Ciencia y Tecnología, 6 p.m.)