sábado, 19 de abril de 2014

García Márquez no ha muerto, simplemente dio el paso que le faltaba para cruzar el pórtico que le separaba de los otros inmortales como él: Cervantes, Shakespeare...


GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ,

más allá de sus

«CIEN AÑOS DE SOLEDAD»


Nuestro querido Gabo no ha muerto: simplemente dio el paso que le faltaba para cruzar el pórtico que le separaba de los otros inmortales como él: Cervantes, Shakespeare, Borges, Verne .. todos los que como él vivirán para siempre en la memoria de sus pueblos. Gabo Descifró a Colombia y reinventó a América Latina, afirma William Ospina, el autor de Pa que se acabe la vaina. Pero se queda corto: nos enseñó también cómo hacer grande a Colombia y ponerla como ejemplo ante el mundo. Porque García Márquez nos dio el secreto para hacer de nuestra patria un país al alcance de los niños.
Ese es el mensaje que nuestra clase dirigente no ha podido descifrar. No se nos haga extraño que una Senadora de la República elegida para el periodo 2014-2018 (¡puro centro!) haya afirmado: Pronto estarán juntos en el infierno, refiriéndose a Gabo y a Fidel Castro. Los comunistas comen niños a media noche, me aseguraba sin titubear un campesino cuando yo apenas tenía 5 años y vivía en un olvidado corregimiento del Tolima el horror de la eufemísticamente denominada Violencia liberal-conservadora. En ese entonces de nuestra torcida historia republicana, algunos curas incitaban a los chulavitas a matar en sus entrañas los hijos de cachiporros para evitar la reproducción de los ateos liberales.Y es que en el afán por mantener su poderío, quienes lo ostentan, en aquel entonces los dirigentes de los dos partidos, se inventan cualquier cosa. Así ha ocurrido a lo largo de los casi doscientos años de vida republicana. (Para mis lectores extranjeros: ahora hay varios partidos liberales y conservadores, pero es la misma vaina.)
Se dice que los tiempos han cambiado con respecto a la época de la masacre de las bananeras, narradas prolijamente en Cien años... No lo sé, pero al menos hemos entendido, gracias a García Márquez y a muchos como él, que reclamar una educación de excelencia y con equidad para todos los colombianos no es pedir lo imposible: es hacer que lo imaginable se vuelva realidad, como ocurre en ese mundo del realismo mágico creado por nuestros máximos escritores latinoamericanos, contrario a como ha sucedido en el que encontraron los supuestos descubridores, después los colonizadores y luego nos legaron los reproductores del oprobio, la ignominia, la inequidad y el desprecio por todo lo vernáculo y lo que huela a pueblo, a indígena o a afrodescendiente, sea mestizo o simplemente pobre.
La paz es posible. Sellada la paz y respetados los acuerdos, lo que se destina ahora a las guerras en plural podrá destinarse a construir ese país al alcance de las nuevas generaciones de colombianos,  en donde se brinde a todos nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes una educación de excelencia con equidad que les permita desarrollar al máximo sus talentos y potencialidades.
Como el máximo homenaje que los colombianos pueden rendir a su fallecido Nobel, la Corporación Buinaima convoca a todos sus miembros honorarios (los 9 ex comisionados de La Misión restantes), sus instituciones honorarias, en primer término las universidades del Estado y también las academias y asociaciones académicas, pedagógicas o educativas, artísticas y científicas, a sus afiliados y amigos, para que todos a una (como en Fuenteovejuna) propugnemos por una educación triple e, donde la excelencia se encuentre con la ética, el arte con la verdad y la ciencia y la tecnología con el desarrollo a escala humana. Para que la participación de nuestro eterno Gabo en la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo no haya sido en vano y sus recomendaciones no se queden solo en el insuperable legado literario que nos deja.

miércoles, 16 de abril de 2014

POR UN PAÍS AL ALCANCE DE LOS NIÑOS, escribió García Márquez hace 20 años.

Todos deseamos que Gabo viva más de 100 años. ¡Ojalá! Que se recupere, es un deseo nacional... mundial. De ser así y de superar los CIEN, o de todos modos para entonces, cuando celebremos el centenario de su nacimiento, ojalá pueda decirse que Colombia está "al alcance de los niños" y de las nuevas generaciones de colombianos, como lo deseó y a lo que dedicó gran parte de su vida. ¿O tendremos que sobrevivir a otros CIEN AÑOS DE SOLEDAD? Para entonces todos los que formaron parte del grupo de los diez sabios serán solo parte de la historia. De la otra historia que ellos quisieron para Colombia pero que nuestra clase dirigente se negó a construir. Nadie se acordará para entonces de Colombia al filo de la oportunidad y habremos olvidado que "las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra"; pero aun después esas nuevas generaciones seguirán bebiendo de la fuente de inspiración de nuestro Nobel. No importa que sigamos menospreciando el talento de nuestros niños y jóvenes, al menos para entonces seguiremos teniendo en Colombia un premio Nobel. O quizá 2: todos quisiéramos que Llinás o Patarroyo, los más opcionados, con la cura del Alzheimer o la vacuna contra todo, u otro escritor, por qué no Ospina... dudo mucho que con la escasa inversión en ciencias, lo tengamos en física o en química... salvo que la diáspora de científicos lleve a un compatriota a un grupo de investigadores que se nutra de nuestro talento. O quizá para entonces algún colombiano se haya hecho acreedor al Premio Nobel de la Paz, o por lo menos se haya alcanzado en Colombia la verdadera paz, la que proporciona la equidad y la justicia. Entonces sí podremos educar como se debe a las nuevas generaciones de colombianos.
LA TRAGEDIA DE UN TALENTO EN ROBÓTICA, FRUTO DE LA INEQUIDAD
Cristina de la Torre escribe en su columna: "Inventor, prodigio en ciernes, Miguel Ángel Olea no sobrevivió al veneno que tomó para matar su frustración." La noticia no generó mayores comentarios y sí una respuesta lacónica por parte de las directivas del Colegio San Cayetano, ubicado en la Localidad de Usme, una de las zonas más pobres de la inhumana Bogotá y probablemente de toda Colombia. La periodista nos muestra cuál es el origen del problema: El suicidio de Miguel Ángel es un"episodio alarmante de desprecio por el talento que, cultivado con inteligencia y con amor, sería el principio activo de lo que cualquier país civilizado considera educar: predisponer al deslumbramiento ante la vida y al goce del arte; desarrollar conocimiento, ciencia, creación para saltar hacia un país mejor." "La tragedia de Miguel Ángel es la tragedia de un sistema educativo desigual", agrega el periodista colombo-mexicano de la UNAM Camilo Olarte, desde su columna en América Economía.
Mientras que Colombia ocupa el último lugar en PISA (tampoco pasa el examen en manejo del medio ambiente, pero sí bate récord de inequidad en la región, la justicia está cada vez más putrefacta y los corruptos siguen aferrados al poder), otros países latinoamericanos se preparan para competir con Corea y Finlandia. "Ni maestros ni clase dirigente entienden el sentido de la educación", escribe de la Torre. Y agrega: "Ecuador se decide por una sociedad del conocimiento. Acaba de lanzar la universidad pública de Yachay que, inscrita en la política de ciencia, tecnología e innovación, busca cambiar la 'matriz productiva' del país desde el conocimiento. El centro educativo será corazón de toda una ciudad proyectada para la ciencia y la aplicación de hallazgos de investigación. Con decisiones de este tenor, que sorprenden a sus críticos, está Ecuador logrando a la vez crecimiento económico y reducción de la pobreza." En la misma dirección avanzan Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica... no solo en orden alfabético Colombia se quedó rezagada.
Los candidatos más opcionados a ocupar el primer cargo en el país no tienen que preocuparse de subir puntos en las encuestas ofreciendo educación de calidad, porque el asunto no parece motivar a la mayoría de los colombianos... y mucho menos a su clase dirigente. La amnesia es severa. Ni tendrán que preocuparse por Petro, porque aunque no lo eliminaron físicamente como se hizo con tantos otros en el pasado (Uribe Uribe, Gaitán, Galán, los candidatos de la Unión Patriótica, etc.), al menos lograron arrebatarle los derechos políticos de que gozaba después de acogerse a un acuerdo de paz.
Tampoco la verdadera inversión en CT+I (Ciencia, Tecnología e Innovación) los desvela; una buena proporción de los recursos de regalías que se inyectarían al SNCT pasaron ya a hacer parte de las mermeladas en casi todas las gobernaciones para aceitar la maquinaria política. Podrán seguir ofreciendo reformas a la justicia... para que se siga aplicando a su favor... o a las pensiones, ídem. O a la salud, siempre y cuando siga en las mismas manos. Así llegaremos hasta el 7 de agosto de 2019, cuando se celebrarán los doscientos años de nuestra independencia política. Para entonces, cuando las recomendaciones de los diez sabios habrán cumplido un cuarto de siglo, quizá se convoque a otra misión para que haga nuevas recomendaciones que una vez más no se tendrán en cuenta porque los mismos seguirán con las mismas.
Pero otros esfuerzos no serán en vano: las cartas de los sectores comprometidos con la educación se siguen enviando a los aspirantes... al menos para que quede un registro histórico de este momento crucial, cuando la descomposición social, el narcotráfico y la drogadicción, la violencia contra las mujeres, el reclutamiento de niños por parte de organizaciones al margen de la ley siguen su curso. Y empiezan a darse otros intentos, aunando esfuerzos en la misma dirección. La Revista SEMANA ha creado una página que no dudamos en recomendar a nuestros lectores, Semana Educación.
"Aunque algunas cifras en Colombia pueden ser consideradas como positivas -el país gasta 4,8% de su PIB en educación, cifra cercana a México y Argentina-, muchos estudios indican que no basta una inyección de dinero al sistema, ni mejorar los salarios de los maestros o las promesas de aumentar horas y grados. Aunque una adecuada combinación de estas políticas puede dar algunos resultados, es necesario combatir la profunda segregación social que se perpetúa a través de una educación segmentada y que no propicia el encuentro de jóvenes de diferente origen socioeconómico." Así termina Olarte su columna de denuncia.Tendremos al final una reforma a la educación superior, financiada con préstamos a los usuarios, para que la economía siga bien aunque Colombia vaya de mal en peor.

sábado, 5 de abril de 2014

Niña indígena sienta cátedra desde los valores de su raza americana


Mientras los economistas se rompen los sesos buscándole salidas a la «Crisis de la Educación», es posible que la solución la tengamos a la vuelta de la esquina. De una cosa estoy seguro: no viene de la mano de la actual clase dirigente en el poder ni de los esquemas economicistas. No creo que llegue tampoco de la mano de la FARC, o de cualquier otro grupo político o militar que imponga a la fuerza sus convicciones; estoy convencido que para una solución definitiva, se requiere de la PAZ y de la RECONCILIACIÓN, de la aceptación de las diferencias, pero dentro del reconocimiento a unos derechos mínimos sin el cual no tiene sentido hablar de pacto social. Entonces sí no habría disculpa para que lo que hoy se destina a las guerras de todo tipo no se destinara a la educación.
Como la educación se puso de moda, tras los desastrosos resultados de las pruebas PISA, hipócritamente se nos habla durante los debates de campaña de una educación de calidad, de una educación para el desarrollo y de otras maravillas a futuro. Habrá que escucharlos, así fuera solo para comprobar cómo cambian su discurso cuando lleguen al poder. Entre tanto, bien vale la pena dedicar unos minutos a ver y a escuchar a una niña indígena que dejó estupefacto a su auditorio en Nuevo León (México). Ella me llevó a reflexionar sobre cómo debemos educar a nuestros niños y niñas, las nuevas generaciones de colombianos, para que puedan afrontar la responsabilidad mayor de transformar el tipo de sociedad que heredaron. Si con una educación que fuera de excelencia y equitativa (E3), brindando a todos nuestros niños las mismas oportunidades, se les estimulara a desarrollar sus capacidades (talentos, inteligencias o estructuras mentales, como quieran llamarlos) en las primeras etapas de formación y a mantener su entusiasmo por cultivar las 3 virtudes que fueron el foco del desarrollo de otras civilizaciones (belleza, verdad, bondad), podríamos esperar grandes cambios dentro de una o dos generaciones, como los que se han vivido en otros hemisferios gracias a la educación. Lamentablemente no se puede lograr una E3  con presupuestos a la menos 3. Les recomiendo, pues, ver y escuchar a Natalia.)

miércoles, 2 de abril de 2014

PISA: ¿podremos seguir bajando en la escala internacional?


«Mientras el 31% de los estudiantes de Singapur o Corea del Sur son capaces de resolver los problemas más difíciles que les planteó la prueba, tan sólo el 1,2% de los colombianos entran en los niveles 5 y 6. El 61% de los jóvenes colombianos quedaron por debajo del nivel 2.» Y la Ministra, como siempre, se sale por la tangente: Aunque ocupó el último lugar, «Colombia tuvo el coraje de medirse con los mejores.»
Sí hay enormes ventaja, tras conocer los resultados: 1) ahora sabemos que es imposible empeorar; 2) si la prueba se le aplicara a los (des)escolarizados políticos, el porcentaje que entraría a los niveles 5 y 6 sería más escaso.
Lo más inmediato de la lección que deja tan amargo resultado: a pesar de que el diagnóstico, “la culpa la tienen los maestros”, no es correcto aunque tenga algo de cierto, en parte por la falta de compromiso y por la no permanente actualización de la mayoría, también aprendimos que  con la actual clase dirigente no podremos cambiar el panorama. Corresponde, como siempre, tomar la iniciativa a la omnipotente sociedad civil, la cual no se ha tomado en serio su enorme poder de transformación. Por ejemplo: ¿nos hemos preguntado en la Universidad Nacional y en las otras universidades del Estado si podremos hacer algo por empezar a salir del fondo del abismo? Se dirá que el déficit presupuestal no da para más, pero indudablemente que podemos ayudar sobre todo a los maestros para que entiendan que está en juego el futuro de las nuevas generaciones de colombianos.
Empieza a tomarse conciencia en algunos medios de comunicación y en algunas redes sociales, más allá de los sectores académicos, que el tema de la educación es importante. A modo de ejemplo, remito a mis lectores a la página de Semana
Los candidatos a la presidencia, así sea hipócritamente, tendrán que referirse al asunto. Desde esta columna seguiremos insistiendo y aliándonos con las organizaciones y personas que quieran participar propositivamente en la solución desde la organización civil.