Hubo mucha discusión sobre el comienzo del TERCER MILENIO: ¿Arrancó el primero de enero de 2000 a las 24:00 del treinta y uno de diciembre de 1999, o exactamente un año (de 366 días) más tarde? La discusión, una década (¿perdida) después de iniciado el nuevo siglo, es irrelevante.
Algunos creen que con el año que termina, 2010, culmina la celebración del Segundo Centenario de nuestra Independencia. Otros reiteramos que fue el 7 de agosto de 1819 cuando sellamos la Primera Independencia, por lo que habrá casi una década de oportunidades para organizar el futuro, y educar en la nueva escuela a la generación de los bicentenarios, pues ya ¡basta de historias!, como recomienda Andrés Oppenheimer en Las 12 claves del progreso. Con esto queremos decir que EL GRITO no fue suficiente, era indispensable LA BATALLA. Pero NO BASTA con el primero ni con la segunda. Más bien han sido 200 AÑOS DE PATRIA BOBA lo característico de nuestra historia republicana: eso explica nuestro atraso.
Hemos desperdiciado las oportunidades. En 1994 se escribió un capítulo maravilloso (Por un país al alcance de los niños) del PRIMER TOMO de lo que podría ser NUESTRA SEGUNDA INDEPENDENCIA:
Colombia: al filo de la oportunidadEse primer tomo del Informe de la Misión de Sabios fue ampliamente divulgado el 21 de julio de aquel año y presentado como la carta de navegación hacia el tercer milenio. "Ya tenemos alistado el navío, izadas las velas y trazado el rumbo; sólo nos falta zarpar al nuevo mundo que ya tenemos imaginado", decía en aquella fecha el presidente Gaviria. Exactamente una década después surgió «Buinaima», la Asociación Colombiana pro Enseñanza de la Ciencia, para recordarle a los colombianos que nuevamente habíamos perdido una década y debíamos retomar cuanto antes las recomendaciones de La Misión en el terreno educativo. Hace apenas un lustro propusimos el «Proyecto ETHOS Buinaima» y más recientemente, a mediados de este año que termina, su materialización dentro del «Programa de Inclusión y Talento en el Aula» mediante el
«Plan de Atención al Talento en la Inclusión»,
al que desde entonces designamos con el acrónimo P•A•T•I o
PLAN DECENAL DE LOS BICENTENARIOS
Lo que haré en esta última columna de fin de año será un intento más por mostrar que las oportunidades apenas comienzan y argumentar que no podemos seguirlas desperdiciando... "porque las estirpes condenadas a 100 años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra".
La Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo no ha pretendido una respuesta, pero ha querido diseñar una carta de navegación que tal vez ayude a encontrarla. Creemos que las condiciones están dadas como nunca para el cambio social, y que la educación será su órgano maestro. Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma. Que aproveche al máximo nuestra creatividad inagotable y conciba una ética –y tal vez una estética– para nuestro afán desaforado y legítimo de superación personal. Que integre las ciencias y las artes a la canasta familiar, de acuerdo con los designios de un gran poeta de nuestro tiempo que pidió no seguir amándolas por separado como a dos hermanas enemigas. Que canalice hacia la vida la inmensa energía creadora que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la violencia, y nos abra al fin la segunda oportunidad sobre la tierra que no tuvo la estirpe desgraciada del coronel Aureliano Buendía. Por el país próspero y justo que soñamos: al alcance de los niños.
Las dos citas son tomadas del mismo autor, Gabriel García Márquez; la primera es la última frase de su máxima creación literaria, la segunda es el párrafo final de la introducción (La Proclama) al INFORME CONJUNTO DE COMISIONADOS, primer tomo de un total de 7, al cual acabamos de referirnos. Fue el único que tuvo una difusión más o menos amplia. Los tomos que ampliaron sus recomendaciones no han sido, en la práctica, tenidos en cuenta para el derrotero que debía seguir la educación. El segundo tomo, EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO, fue escrito por los comisionados Eduardo Aldana Valdés, Gabriel García Márquez, Rodrigo Gutiérrez Duque, Marco Palacios y Carlos Eduardo Vasco, en ese orden, bajo la coordinación de Vasco. El primero (Aldana) y el último (Vasco) han recibido el máximo galardón que otorga el Ministerio de Educación Nacional a Los Mejores en Educación. Esas son palmaditas en el hombro. Ni éste ni los dos tomos que le siguieron (INVESTIGACIÓN Y EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO y CIENCIA Y EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO), mucho menos los 3 últimos, agrupados en la serie Fuentes Complementarias,fueron siquiera ampliamente divulgados. Valdría la pena indagar por las razones, si las hubo. ¿Acaso el siguiente plan cuatrienal tenía que romper con el anterior en todos los aspectos, en el acostumbrado borrón y cuenta nueva?
Los 5 personajes que acabamos de mencionar y 5 más, a saber,Luis Fernando Chaparro Osorio, Rodolfo Llinás, Manuel Elkin Patarroyo, Eduardo Posada Flórez y Ángela Restrepo Moreno, son miembros honorarios de «Buinaima» y a ellos rendimos homenaje de gratitud. Sus recomendaciones, en particular la de
Conformar en Colombia un nuevo ethos cultural
"una redefinición del desarrollo humano y un nuevo énfasis sobre el conocimiento científico y tecnológico en la educación formal... un nuevo ethos cultural que supere la pobreza, violencia, injusticia, intolerancia y discriminación que mantienen a Colombia atrasada socio-económica, política y culturalmente" (Llinás, EL RETO) no han sido echadas al olvido. (Véase Conformación de un nuevo ethos cultural, disponible electrónicamente en nuestra página.)
¿TIENE FUTURO LA ECONOMÍA DE CONSUMO?
Hemos sido preparados para consumir, NI SIQUIERA PARA PRODUCIR BIENES DE CONSUMO.
LA EDUCACIÓN ENCIERRA UN TESORO (Delors, Informe a la UNESCO, Educación para el siglo XXI), sin ser la panasea, sigue siendo ajena en la práctica a la mayor parte de nuestros países. Lo mismo podrá decirse de las recomendaciones contenidas en METAS EDUCATIVAS 2021.
Mi punto de partida es que la educación para una economía de consumo es equivocada. Alternativas como las propuestas por Max Neef, premio "Nobel Alternativa", deberían tenerse en cuenta.
Quiero recibir la columna por correo electrónico. jjgiraldog@gmail.com
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