¿Tiene futuro la economía del consumo?
Un reciente estudio del periodista Andrés Oppenheimer sirve de abrebocas a la justificación que, aparentemente sin criterio alguno, he escogido para el titular y subtitular de esta reflexión. En mi mensaje de año nuevo utilicé el segundo como título principal, mas en aras de la brevedad no entré en detalles. Retomé la tarea desde este blog el 2 de enero pero no la concluí. Sin más preámbulos, ante la urgencia de reanudar labores en este nuevo año, décimoprimero del siglo XXI, convencido de que la educación de calidad es la tarea pendiente en toda la región y que llevamos ya una nueva década perdida en educación que se suma a las del siglo pasado, he decidido abordar plenamente el asunto. Disculpen si me extiendo más de la cuenta, pero el tema lo amerita. Adrede he escogido esta fecha,en este mes de plácemes para La Heróica y a 11 del 11/11/11.
Se dice, sin mayores argumentos, que la presente es la era de la información. Se argumenta, pero sin convencer, que estamos en la sociedad del conocimiento. En ocasiones anteriores he sostenido, y lo reitero, que debemos ingresar cuanto antes a la sociedad del aprendizaje. La escuela hoy no está para enseñar, en ella se debería aprender.
La información cuántica es el súmmum de la información. Se presiente que ella tuvo mucho que ver con el origen del universo y de la vida, tal vez también con el de la conciencia, pero no es mi intención examinar hoy ese asunto. Remito a autores (investigadores) gurús en el tema, como Seth Lloyd y Vladko Vedral, para detalles sobre el mismo. Lo traigo a colación porque el procesamiento cuántico de la información sería lo más avanzado de lo que podamos disponer en un futuro cercano con las nuevas t.i.c. Si lo prefieren, esa sería la razón principal, nunca antes expuesta que yo sepa, para denominar a ésta la Era de la Información, con mayúscula.
Si traigo a cuento lo más avanzado de que se dispone en teoría de la información, tanto que todavía no se ha llevado a la práctica más que en casos excepcionales en los países que puntean en investigación y desarrollo, es porque quiero contrastarlo con la pobre y atrasada educación que se imparte en nuestros países a los pobres. ¿Puede Colombia formar parte de las Sociedades del Conocimiento sin una educación de calidad para todos? ¿De qué sirve celebrar las efemérides de los bicentenarios (faltan varios a lo largo de la segunda década, por lo que tendremos muchas ocasiones para seguir festejando) si continuamos viviendo en una Economía del Consumo? “Esta economía tiene como intersticio focal la captura del ojo y del cuerpo ante la imagen y el flujo incesante de la informática a nivel global.” (Laura Ortiz en: La economía del consumo como propuesta socio-teórica. http://cis.uprrp.edu/documents/laura.pdf Página visitada el 07/01/2011.)
Una economía del consumo es lo contrario de una sociedad sustentada en el conocimiento. La única posibilidad de construir una economía fuerte en una Sociedad del Conocimiento, y reitero que no me agrada el término, es mediante una educación de calidad para todos; no puede ser para unos pocos. Así cause escozor entre quienes tienen la sartén por el mango, se trata de buscar la equidad desde una educación de excelencia. No estoy de acuerdo con todas las conclusiones con que Oppenheimer termina su estudio periodístico ¡Basta de historias! (Las 12 claves del progreso) pero me identifico plenamente con algunas que quiero resaltar; siguiendo la propuesta de Carlos Eduardo Vasco, las denomino retos, subrayando que algunas de sus claves coinciden con los 7 retos de Vasco. Las he colocado en el orden en que se avienen mejor a la propuesta de Buinaima, sintetizada en el siguiente párrafo, agregando al final una muy importante, destacada por nuestro Gran Maestro, e iniciado con una que la enmarca:
1. Que los bicentenarios sirvan para construir futuro
2. Establecer pactos nacionales para realizar reformas educativas a largo plazo
3. Hacer de la educación un compromiso de todos
4. Formar buenos maestros
5. Invertir más en educación preescolar (infantil y básica)
6. Dar estatus social a los docentes (y actualizarlos permanentemente)
7. Articular la cobertura con la calidad y la excelencia con la equidad.
Desde Buinaima propusimos el año pasado un nuevo plan decenal 2010-2020:
Plan de Atención al Talento en la Inclusiónel cual hemos sugerido denominar por su acrónimo, P•A•T•I. Se trataría de llevar a la práctica una buena parte de lo que han denominado METAS PEDAGÓGICAS 2021 o Educación para la generación de los bicentenarios, documentos que fueron ratificados en diciembre pasado por todos los países iberoamericanos; pero hacerlo de verdad exige mucho más compromiso que un simple Saludo a la Bandera. Es cumplir con la primera meta o reto arriba señalado. La propuesta ha sido escuchada en primera instancia en la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá. También desde Buinaima, con el apoyo de la Secretaría de Educación Distrital, SED, se ha generado una propuesta pedagógica que parte del reconocimiento, hoy en día aceptado prácticamente por todos, de que el talento se desarrolla. Gracias a ello, ahora se habla de un Programa de Inclusión y Talento en el Aula, y para continuar con los acrónimos nemotécnicos hemos sugerido que se abrevie o identifique como P•I•T•A. La Nacional es una de las instituciones honorarias de la Asociación. Es hora de explicar qué queremos decir con la figura de institución honoraria en Buinaima. Se trata precisamente de asumir el segundo reto, el cual es tan importante que no puede dejarse en manos de los políticos. Para materializar el tercer reto, por medio de la Universidad Nacional (Dirección de Extensión – Sede Bogotá) hemos entrado en contacto con la Alianza Educación Empresa y propuesto una más amplia Alianza Educativa Academia-Empresa-Estado. Esto permitiría, de paso, avanzar en la consecución de las otras metas.
Poco a poco iremos precisando, con la colaboración de todos, no solamente las alianzas, sino sobre todo las acciones a realizar. Estas y la sistematización de experiencias las socializaremos a través de nuestra nueva página, www.ethosbuinaima.org, en el enlace a Programa Talentos, financiado por la SED en Bogotá y algunas alcaldías locales, mediante convenios con Buinaima. En concreto, Ciudad Bolívar y Engativá están fuertemente comprometidas durante este 2011, gracias a sus alcalde y alcaldesa locales. Esperamos que el entrante, cuando salgamos del ajetreo electoral, todas lo hagan.
Casi para terminar, quiero compartirles que en EL ESPECTADOR de ayer encuentran 2 interesantes columnas sobre la calidad de la educación en Colombia que vale la pena releer: Abel Rodríguez Céspedes nos habla de la credibilidad perdida (http://www.elespectador.com/noticias/educacion/articulo-244096-calidad-de-educacion-credibilidad-perdida) y Javier Sáenz Obregón se refiere a la tarea pendiente (http://www.elespectador.com/noticias/educacion/articulo-244097-calidad-educativa-logro-pendiente). El viceministro Mauricio Perfetti la tiene difícil (http://www.elespectador.com/noticias/educacion/articulo-244099-tarea-de-perfetti). A él y a la ministra María Fernanda Campo les deseamos los mejores éxitos en el rescate de la calidad en la educación básica y media, si alguna vez la hubo.
NOTA FINAL: Hay algo más relacionado con las celebraciones. El Festival Internacional de Música (6 al 15 de enero) y el Hay Festival (27 al 30), en la Heróica Cartagena de Indias, son apenas un prólogo al 11/11/11. De aquí a entonces restan solo 11 meses; tendrá que ser tiempo más que suficiente para que finalmente nos digan desde el MEN o desde el Palacio de Nariño cómo es que van a llevar a la práctica tan lindos planes.
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