El título escogido para hoy, (Domingo de Ramos, le llaman en Occidente, con perdón de la Palma de Cera y del Loro Orejiamarillo) pone el dedo en la llaga sobre dos estrategias globales de suma importancia que no han sido cabalmente entendidas por nuestras sabias clases dirigentes (política y empresarial):
i) Construir sociedades del conocimiento.
ii) Ingresar a la era de la información.
Hay dos sectores que serán afectados fuertemente por la falta de claridad de nuestros dirigentes: el sector académico y la sociedad civil. Para que nos entendamos, por hoy denominaré sector académico a todo el sector educativo, educandos y educados, incluidas por supuesto academias, escuelas, institutos, universidades, todo lo que tenga que ver con la academia. Por razones prácticas tomaré la definición de Enrique Brito Velásquez de sociedad civil: el conjunto de ciudadanos organizados como tales para actuar en el campo de lo público en busca del bien común, sin ánimo de lucro personal ni búsqueda del poder político o la adhesión a un partido determinado. Pero todavía más afectadas se verán las grandes masas de la población que seguramente no están informadas sobre uno y otro asunto.
Yo me pregunto si los dos primeros, sigámoslos llamando dirigentes, tendrán conciencia sobre la envergadura del problema. Al margen de estas incertidumbres, quiero sentar la premisa de que cada vez la educación debe preocuparse más por el aprendizaje que por la enseñanza. Prometo profundizar en este asunto en otra ocasión. Quedémonos entonces con el procesamiento (cuántico) de la información.
Es triste que las "clases dirigentes" no sean conscientes en formar sociedades del conocimiento, ya que eso genera una carencia del sentido crítico tanto en la sociedad civil como en la academia porque su propia formación esta diseñada para el saber hacer sólamente. Creo personalmete que la verdadera innovación no está sólo en el saber hacer sino también en reflexionar sobre lo que se aperende y no "asumirlo como ovejitas"
ResponderEliminar