Si usted ya tiene decidido que votará por Duque a pesar de no ser uribista, o por Petro, aunque no crea en la Colombia Humana, o en blanco, aunque no pertenezca al grupo de los indecisos, mi opinión le tendrá sin cuidado y no podré cambiar su forma de pensar. No obstante, he considerado ética y políticamente correcto pronunciarme frente a la decisión que tendremos que tomar el próximo 17 de junio los colombianos. Cito, para variar, a alguien en quien "no confío" pero que dice algo actual muy cierto (transcribo la frase terminando con puntos suspensivos al final porque ella lo aplica muy mal):
"El 27 de mayo se inició el siglo XXI de la política colombiana. El
hundimiento de las estructuras envejecidas y agotadas y el decaimiento
de figuras heredadas del siglo anterior, sugieren la creación de un
ambiente social con gente nueva..." (María Isabel Rueda. El subrayado me pertenece). No lo dude, ella votará por EL DUQUE, a sabiendas de que quien dará las órdenes más importantes será "EL INNOMBRABLE" (para algo seguirá siendo EL REY). ¿Cree de veras la columnista de EL TIEMPO que Duque es gente nueva o se hace la desinformada? Estoy seguro que no lo cree y está bien informada. Sabe lo que hace. Pero no queremos otro medio siglo de guerra, asi Petro no sea la mejor solución para Colombia, por arrogante, o porque espantará a algunos inversionistas o por la razón que usted quiera.
Debo agregar que también Petro es una figura del siglo anterior y que tiene un pecado adicional que comparte con Fajardo: egocentrismo desbordado. Por eso Rodrigo Uprimny, quien advierte que no compromete a DEJUSTICIA, y María Jimena Duzán, quien estuvo con Fajardo en la primera vuelta, y muchos más de los que estuvieron indecisos recomiendan lo que la mayoría sabe: la solución no es votar en blanco. Uprimny titula su columna: Ni en blanco ni pétreo. María Jimena, Votar por lo correcto. Javier Ortiz Cassiani le dice a Fajardo que Las Ballenas pueden esperar. Fernando Barbosa, sin que invite explícitamente a votar por La Colombia Humana, en Cambio de tercio es muy claro en sugerir que con Petro cabe esperar el Capitalismo humano propuesto por Robert Ozaki. Ni los uribistas se tragan el cuento de que con Petro tendremos un Maduro. En Colombia seguiremos comiendo Verde. Muchos de los males de que adolece Venezuela y otros más ya los tenemos con nuestra clase dirigente tradicional, particularmente la corrupción galopante más dañina que la violencia y que, dicho sea de paso, jamás podrán endilgarle a Petro porque él mismo ha contribuido a destaparla: es la que expropia de los derechos básicos a los colombianos.
Hay mucho más de por medio. Aunque Hernando Gómez-Buendía reconoce que la decisión será difícil, Tatiana Acevedo Guerrero señala en su Epílogo cómo los caporales están al acecho. Podría seguir aumentando la lista de columnistas que por una u otra razón, de grado o por fuerza, votarán por Petro. Yo también tendré que votar por él, como voté por la reelección de Santos en contra del candidato uribista, para dejar tranquila mi conciencia. Podría seguir citando opiniones de personalidades. Baste con dos más. Eduardo Sarmiento nos habla de un Acuerdo sobre la equidad y, quién lo creyera, Juan Fernando Cristo tercia a favor de Petro en la Segunda Vuelta por la incoherencia de algunos jefes del partido liberal al apoyar a quienes tantos obstáculos le han puesto a los acuerdos.
Como profesor de la Nacho con cerca de medio siglo de servicio que vivió la violencia liberal-conservadora hace ya cerca de siete décadas y la hegemonía del Frente Nacional que supuestamente pondría fin a la violencia, estoy convencido que nuestra Alma Máter y las demás universidades del Estado perderán con el ungido por Uribe y que la paz puede hacerse más difícil, mas no imposible. Sigo insistiendo en la idea del
para sumarle a la paz en la Región del Sumapaz y desde allí a toda Colombia. A esa idea volveré en la próxima columna, para disgusto del Senador Uribe, confiando en que pronto (si no gana Duque) le pidan cuentas por todo el mal que ha hecho a esta Amada Patria.
Debo agregar que también Petro es una figura del siglo anterior y que tiene un pecado adicional que comparte con Fajardo: egocentrismo desbordado. Por eso Rodrigo Uprimny, quien advierte que no compromete a DEJUSTICIA, y María Jimena Duzán, quien estuvo con Fajardo en la primera vuelta, y muchos más de los que estuvieron indecisos recomiendan lo que la mayoría sabe: la solución no es votar en blanco. Uprimny titula su columna: Ni en blanco ni pétreo. María Jimena, Votar por lo correcto. Javier Ortiz Cassiani le dice a Fajardo que Las Ballenas pueden esperar. Fernando Barbosa, sin que invite explícitamente a votar por La Colombia Humana, en Cambio de tercio es muy claro en sugerir que con Petro cabe esperar el Capitalismo humano propuesto por Robert Ozaki. Ni los uribistas se tragan el cuento de que con Petro tendremos un Maduro. En Colombia seguiremos comiendo Verde. Muchos de los males de que adolece Venezuela y otros más ya los tenemos con nuestra clase dirigente tradicional, particularmente la corrupción galopante más dañina que la violencia y que, dicho sea de paso, jamás podrán endilgarle a Petro porque él mismo ha contribuido a destaparla: es la que expropia de los derechos básicos a los colombianos.
Hay mucho más de por medio. Aunque Hernando Gómez-Buendía reconoce que la decisión será difícil, Tatiana Acevedo Guerrero señala en su Epílogo cómo los caporales están al acecho. Podría seguir aumentando la lista de columnistas que por una u otra razón, de grado o por fuerza, votarán por Petro. Yo también tendré que votar por él, como voté por la reelección de Santos en contra del candidato uribista, para dejar tranquila mi conciencia. Podría seguir citando opiniones de personalidades. Baste con dos más. Eduardo Sarmiento nos habla de un Acuerdo sobre la equidad y, quién lo creyera, Juan Fernando Cristo tercia a favor de Petro en la Segunda Vuelta por la incoherencia de algunos jefes del partido liberal al apoyar a quienes tantos obstáculos le han puesto a los acuerdos.
Como profesor de la Nacho con cerca de medio siglo de servicio que vivió la violencia liberal-conservadora hace ya cerca de siete décadas y la hegemonía del Frente Nacional que supuestamente pondría fin a la violencia, estoy convencido que nuestra Alma Máter y las demás universidades del Estado perderán con el ungido por Uribe y que la paz puede hacerse más difícil, mas no imposible. Sigo insistiendo en la idea del
«LABORATORIO DE SUMA PAZ»,
También iba por el Dr. Blanco, pero me decantare.
ResponderEliminarLa mayor parte de la intelectualidad colombiana y varios importantes del exterior, le han dado el voto o una opinión favorable a Petro. Lo que hay en juego es mucho, muchísimo.
ResponderEliminarPues lo que lleva al ciudadano en estas segundas vueltas es a votar por lo menos peor que le parezca. Es una tragicomedia que esta pasando en muchos países latinos. Lo que parece la mejor opción queda de tercera posición. Pero siempre escuche eso que decían que si hubiese un candidato no corrupto ganaría, pues Colombia ya demostró que ese mito no era cierto. Ahora a votar por la opción menos mala y como dice Jairo a votar para que la conciencia quede tranquila. Esperemos no equivocarnos tanto con Petro. Tengo que decir que yo no voto porque vivo lejos de la capital donde esta la embajada colombiana. Pero me hago responsable como si votara, ya que opino.
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