miércoles, 20 de julio de 2011

La educación que queremos para la generación de los bicentenarios

Como anillo al dedo me llegó una supuesta entrevista que "O Globo" de Sao Paulo hiciera al capo Marcos Willians Herbas Camacho, conocido en el hampa brasileña como “Marcola”, líder del "Primeiro Comando da Capital" (PCC, organización criminal brasileña).
Quienes deseen indagar un poco más sobre la supuesta entrevista y su origen o leerla completa, pueden visitar:
http://hunna.org/el-erudito-discurso-del-mal-la-falsa-entrevista-a-marcola/
Quien lea entre líneas el texto o los comentarios alrededor del mismo en este enlace o similares enlaces, podrá concluir lo que yo:
El problema de fondo en esta Sociedad del Conocimiento es una educación, no ya de calidad, sino de excelencia, donde este último calificativo también lleve a otra característica relacionada, la ética, por ende la no exclusión. O si lo prefieren, E (a la tres menos 1)(discúlpenme: quienes me conocen saben que soy físico teórico, es decir, gusto de expresiones matemáticas):
EDUCACIÓN EXCELENTE Y ÉTICA SIN EXCLUSIÓN, ES DECIR, PARA TODOS Y PARA TODAS.

En el enlace se afirma que un cineasta y periodista brasileño, Arnaldo Jabor, aprovechando una leyenda, según la cual Marcola lleva leídos 3.000 libros, lo hizo elaborar un discurso erudito.
He extraido lo esencial de las imaginarias declaraciones:
“Ustedes nunca se ocuparon de la pobreza cuando era fácil resolverla”.
“Nosotros éramos noticia, solamente, cuando había derrumbes en los morros”.
“Ahora nosotros somos ricos gracias a la droga, y ustedes están muertos de miedo”.
“Con 40 millones de dólares, en la cárcel se manda. Con ese dinero, la prisión es un hotel. ¿Qué policía va a destruir esta mina de oro?”.
“Ustedes no pueden venir a matarme en la cárcel. En cambio, yo puedo mandar a matarlos allí afuera”.
“En las favelas hay cien mil hombres-bombas”.
“Ya no existen los proletarios explotados. Ahora hay una masa cultivada en el barro, que se ha educado en el más absoluto analfabetismo y está diplomándose en las cárceles”. (El resaltado es mío.)
“Es la post-miseria, que genera una cultura asesina, asistida por la nueva tecnología: satélites, celulares, Internet, armas modernas”.
“Es ahora cuando ustedes empiezan a tener conciencia social. Pero ya es tarde”.
“¿No vieron el tamaño de las 560 favelas de Río? ¿No sobrevolaron nunca en helicóptero la periferia de San Pablo?”.
“No tienen solución. Necesitarían muchos miles de millones de dólares, y ni eso alcanzaría, sin un profundo cambio psico-social en la estructura del país. Es imposible”.

Mañana, 21 de julio, el día después, con motivo del séptimo aniversario de Buinaima, décimoséptimo del Informe Conjunto de los 10 Sabios, Colombia al filo de la oportunidad, publicaré un análisis apenas obvio del texto.
Entonces podremos sacar conclusiones: ¿cuál es la educación que queremos para ésta, la generación de los bicentenarios?

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