Preocupados por el brexit (Britain exit), el NO en Colombia y el SÍ en Estados Unidos, muchos editorialistas, analistas políticos, comentaristas de todo tipo, en redes sociales y por todos los medios de comunicación a su alcance, han escrito con respecto a la inquietante pregunta: ¿qué está pasando en el mundo?
Josefina Cano, una gran divulgadora de la ciencia que semana tras semana alimenta su columna ciertaciencia con noticias recientes sobre el cerebro y la evolución biológica, con razón dedicó su reciente entrada ("HA GANADO LA IGNORANCIA") al vicepresidente electo de Estados Unidos, Mike Pence, un ultraconservador evangélico que se atreve a negar el cambio climático, la validez de la teoría de la evolución y el Big Bang. ¿Qué le espera entonces a la verdad científica?
Dejemos de lado lo que pase en el Reino Unido tras su salida de la Unión Europea, menos relevante para nosotros, el NO, parcialmente resuelto con aceptación del SÍ en La Habana, pero olvidémonos también de paso de las ilusiones que se hicieron quienes creyeron que lo de Trump en campaña eran bravuconadas para ganar adeptos, no importa si misóginas, racistas, xenófobas, anticientíficas, mentirosas, ridículas, etc. El tinte del equipo que le acompañará es inequívoco. Examinemos por un momento lo que nos dicen los editorialistas del New York Times: Jeff Sessions as Attorney General: An Insult to Justice, escribe uno; Michael Flynn: An Alarming Pick for National Security Adviser, agrega otro. ¡El asunto no va en broma! Mike Pompeo, el as en la manga de Trump para la CIA, miembro del Tea Party y de la Asociación Nacional del Rifle, niega también el cambio climático, aunque esto es común en otros espacios políticos supuestamente menos peligrosos que la Central de Inteliencia gringa (el alcalde Peñaloza, recuérdenlo, va a urbanizar la Reserva van der Hammen, no importa lo que digan esos científicos mal informados).
Por falta de tiempo hoy (estoy preparando las últimas pruebas semestrales para mis estudiantes), aplazo la conclusión de esta pesimista columna, agregando por ahora que aquello que iluminó el surgimiento de una cultura tan destacada como la que recordamos todavía de la Grecia Antigua, eso que inspiró también a Einstein, que ha dado pié para que todavía en esta década se sigan haciendo ensayos sobre el tema de la belleza, la verdad y la bondad*, lema que de alguna manera hemos tomado en nuestro Proyecto Buinaima, se vea ahora irrelevante o ¡en franca decadencia!
(Se acaba de publicar en inglés, también en español, el último ensayo del judío Yuval Noah Harari, Homo Deus. Somos más pesimistas que él, y por eso seguimos empeñados en publicar la versión definitiva, por ahora en borrador, de Quantum Sapiens. Esperamos concluirlo antes de que sea tarde para el hombre, como diría nuestro poeta, ensayista y novelista William Ospina.)
*Gardner, Howard (2011). Truth, Beauty, and Goodness reframed. (Basic Books, New York.)
Buenas madrugadas.
ResponderEliminarUnos días después de que ha sido escrita, pero siempre leo, así sea tarde.
El pesimismo de la entrada es evidente y justificado, al fin y al cabo parece que estamos echando reversa, en vez de avanzar; sobre todo en política, pero la política es lo que mueve a las sociedades, particularmente a aquellas de occidente, entonces el panorama no es muy alentador.
Hablaba yo con mi familia, después del revés del plebiscito donde ganó el NO, que este país parece quedarse gustosamente en la ignorancia; yo vote por el SI, porque pienso que 50 o 60 años de conflicto interno que aunque yo no lo he sentido directamente si ha afectado el país son suficientes, y porque seguir con el NO y esa lucha eterna con las guerrillas es una cosa fácil; cambiar y perdonar y empezar a construir, así nos equivoquemos es lo difícil, pero también es lo valiente.
Luego del 2 de octubre, cuando salieron los resultados, realmente yo me sentí muy triste, desolado, aburrido del país, quería estar ese día en un lugar muy alejado, sólo y sin saber de nada, ese sentimiento disminuyo con los días.
Pero es sensato lo que dice esta entrada, en el mundo ha ganado la ignorancia, pero sobre todo por puro miedo, porque los que han ganado, lo han hecho a partir del miedo al otro, a lo diferente, a tolerarnos, a construir, a aprender; por lo menos aquí en Colombia ha sido así; y en Estados Unidos los discursos del señor Trump con el miedo a los extranjeros, a las mujeres, a todo lo que no encaja en sistemas medievales de ver el mundo, es peligroso para la nación, para las familias y para todos.
¿Y entonces que nos queda por hacer? Pues ha ganado la democracia, aunque no la democracia sensata, aquellas posturas o decisiones que ganaron no lo hicieron de manera razonada, pensando en el futuro y como un colectivo, no, lo hicieron pensando más como individuos y con el miedo constante; pero aquellos que queremos cosas diferentes, que somos un poco más optimistas, debemos procurar hacer ver un panorama más amplio, más a futuro, más como una sociedad, de manera menos egoísta, y actuar consecuentemente con eso; así quizás podamos ayudar un poco.
Gracias.