domingo, 2 de febrero de 2014

Dejémonos de vainas con los maestros

Se anuncia en EL ESPECTADOR el resultado de una investigación solicitada por Fundación Compartir. La culpa del mal desempeño en las pruebas PISA es del maestro, podría concluir el lector de la nota periodística. No conozco el informe. De antemano anticipo que se está buscando el ahogado aguas arriba. Es cierto que la mayoría de los maestros en Colombia son mediocres. Es válido afirmar que un alto número de las facultades de educación o escuelas de pedagogía son de pésima calidad. Un elevado porcentaje de malos estudiantes van a una escuela o facultad de educación porque es la opción para ingresar a la educación terciaria y terminar una carrera universitaria.
El status o prestigio de la carrera docente se encuentra entre los más bajos. Entre los graduados, el salario de enganche es poco competitivo, por decir lo menos. Definitivamente hay un ingrediente que falta, y no se ha sabido cómo agregarlo: es la motivación, o la sensibilización, como podría decirse desde algunos modelos pedagógicos. Pero hay otro que mencioné atrás y ratifico: en general, es  mala la calidad que pueden ofrecer las facultades de educación. En nuestra Alma Máter, la Facultad de Educación fue cerrada, si no recuerdo mal, hace alrededor de 40 años, porque su calidad dejaba mucho que desear. ¿Fue una decisión acertada? ¿No se podía hacer otra cosa?
Sí es cierto que algo está pasando con la formación del maestro, pero en primer término hay que analizar qué es lo que motiva a un estudiante promedio a ser maestro; no puede ser la válvula de escape de malos estudiantes en secundaria. La primera pregunta que debe responder un aspirante, quizá escribiendo un ensayo sobre el asunto, puede ser: ¿cuál considera usted que es el valor de la educación de calidad? Trataré de dar una respuesta parcial a esta inquietud en la próxima columna. La segunda pregunta tendría que ver con el valor agregado a un proyecto de vida que se sueñe como docente. ¿Por qué vale la pena? Aspiro a opinar sobre eso también en el futuro. Hasta pronto.

2 comentarios:

  1. Y si tal vez sea que el mismo gobierno no se le da la gana de formar maestros? Profesores amenazados en regiones de conflicto armado; falta de acceso a la educación en zonas marginales; la educación pública amenazada por la falta de recursos; proliferación de las escuelas de garaje que solo son el comodato de los votantes de muchas vacas sagradas que siguen pastando en el congreso; persecución salarial de los maestros. La verdad es que los que quedamos entramos con una voluntad férrea de formar ciudadanos de bien, y enseñarles a los maestros de "escampadero" a que lo mejor es que formen empresa, y lo vinculen con la universidad. La locomotora de la innovación se va a descarrilar pronto si los profesores no le dan el rumbo adecuado.

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  2. Hay que tener en cuenta que el maestro no es el único responsable de la educación; los encargados de la educación somos todos, pero desafortunadamente en un alto porcentaje se desconoce o sencillamente se cree ajeno a ello, o cómo interpretamos cuando la misma Ministra de Educación refiere que los malos resultados de las pruebas externas se debe a los maestros, cuando uno como maestro es atropellado hasta por los mismos padres de familia “para que le deja tares a mi hijo”, “el viene a estudiar al colegio, en la casa debe descansar”… y reflejado en los mismo estudiantes que día a día no dejan de manifestar “no debería hacer clase, déjenos libres”, “no deje tareas”, … Si en nuestra sociedad por lo menos se contara con un alto porcentaje de los padres de familia que apoyara la labor del docente los resultados serian otros.

    A titulo personal como docente que soy, considero que la formación profesional que he tenido ha sido buena y que como docente doy lo mejor de si, pero desafortunadamente no obtengo los resultados esperados y esto lo resumo en la frase “una sola golondrina no llama agua”.

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